La cinta, que se estrenó el pasado 14 de noviembre, logró recaudar más de 677 millones de yuanes (aproximadamente 96 millones de dólares), posicionándose entre las diez películas de animación extranjeras más taquilleras en el país asiático. Sin embargo, su periodo de exhibición no fue extendido, una decisión inusual para un título de tal rendimiento comercial.

Según informó la distribuidora Aniplex, la decisión de no prolongar la proyección parece estar vinculada a recientes declaraciones de la ministra japonesa Sanae Takaichi, que habrían generado malestar en el gobierno chino. Aunque no se ha emitido una prohibición oficial, este caso se suma a una serie de contenidos culturales japoneses que han sido afectados por el deterioro de las relaciones bilaterales.

La situación ha generado preocupación en la industria del entretenimiento, ya que China representa uno de los mercados más lucrativos para el anime japonés. Además de Kimetsu no Yaiba, otras producciones como Crayon Shin-chan y Cells at Work! también han visto retrasos o cancelaciones en su distribución.